La falta de liquidez debido a los impagos y retrasos en el cobro de facturas puede generar graves problemas en los negocios, incluyendo una paralización de actividades. Este es un problema que suele afectar, sobre todo, a pequeñas y medianas empresas. Una forma de evitar quedarse sin liquidez es a través del factoring, una herramienta de autofinanciamiento para las empresas.
¿Qué es el factoring?
El factoring es un mecanismo con el que las empresas pueden financiarse gracias a sus facturas. Consiste en ceder a una entidad financiera, denominada factor, facturas o derechos de cobro para que sea esta la que se encargue de gestionar el cobro. A cambio, la empresa de factoring se quedará con una comisión de la factura por concepto de gestión. Este porcentaje puede ser, por ejemplo, del 10%.
Modalidades de factoring
La modalidad clásica del factoring es la de pago anticipado. Por ello, se le considera una modalidad de financiamiento. Es decir, la empresa traspasa la deuda al factor y este, de forma inmediata, entrega el importe de la factura menos su comisión. Cuando el cliente pague, el factor obtendrá el dinero que le ha dado anticipado a la empresa y su porcentaje.
Sin embargo, este no es el único servicio que puede ofrecer el factoring. También pueden poner a disposición de las empresas un asesor financiero o un despacho financiero para asesorías. Además, es importante tener en cuenta otras modalidades de factoring que pueden elegir las empresas.
Según la cobertura del riesgo de impago
- Factoring con recurso. En esta modalidad el factor no asume el riesgo de insolvencia del cliente. Es decir, si al llegar la fecha límite de pago el deudor no paga, el factor devuelve las facturas cedidas a la empresa y esta debe devolver el dinero que se le pagó de forma anticipada.
- Factor sin recurso. Esta es la modalidad más extendida. En este caso el factor sí asume el riesgo de impago. Si este no paga, la entidad no puede reclamar a la empresa que le ha cedido las facturas. Este tipo de factoring es más costoso debido a que hay mayor riesgo para el factor.
Según el momento de pago a la empresa cedente
Además del pago de forma inmediata, existen otras modalidades con las que el factor puede pagar a la empresa cedente las facturas.
- Pago al cobro. Es cuando el factor paga a la empresa cuando el deudor paga.
- Pago al cobro con fecha límite. Cuando el factor paga las facturas a la empresa a medida que las cobra, pero con una fecha establecida (fecha tope).
- Pago a fecha fija. Cuando se establece una fecha de pago sin importar si el factor ha cobrado o no las facturas.
El factoring es un mecanismo financiero que puede ser muy beneficioso para las empresas, aunque también puede tener sus inconvenientes. Por ello, si quieres utilizar esta herramienta, lo mejor es que busques asesoramiento financiero en Suiza para que aclares todas tus dudas.